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jueves, 31 de mayo de 2012

TRAVESÍA TENERIFE- DENIA 2012


-VIERNES 20 ABRIL

07:00 horas: zarpamos desde Marina San Miguel en Tenerife Sur con 20 nudos  del NE , que ha estado soplando toda la noche, así que, como habrá mucho mar de fondo  si subimos por la costa NE hacia Santa Cruz, decidimos rodear la isla de Tenerife por su parte Oeste y poner rumbo a la isla de Madeira desde Punta Teno , la punta NW de la isla. La ruta que haremos hacia la península incluye la isla de Madeira porque es imposible hacer un rumbo directo desde aquí hasta el Estrecho, ya que los alisios están instalados  justo en el rumbo de proa que haríamos, NE, y con viento justo en contra durante 600 millas es imposible avanzar. Por eso nos vamos hasta Madeira ya que desde allí el rumbo es más Este y nos permitirá ceñir mejor con los alisios.
10:30 horas: pasando por los acantilados de Los Gigantes con el mar como una balsa de aceite, ha sido una buena decisión la de subir hacia el Norte por la parte Oeste pues hemos tenido unas primeras horas de travesía  la mar de placenteras.
12:30 horas: vemos por nuestro través de estribor el faro de  Punta Teno y como siempre en todas las Puntas de Tenerife el viento se acelera y llegamos a los 30 /35 nudos con ola encrespada en contra
A unas 10 millas mar adentro el viento en contra amaina y poco a poco se torna constante del NE entre 15 y 20 nudos. Ya se nota que estamos entrando en pleno océano hay  mar de fondo tendido de unos 3 metros

Al empezar la tarde vemos nuestros primeros delfines de la travesía y gracias al Patrón, que es un magnífico avistador, la primera ballena rorcual, incluso dijo aquello de: ” ¡ por allí resoplaaaa!”. Esta primera jornada de travesía sigue deparándonos sorpresas ha aparecido un delfín solitario de color blanco!! , un delfín  albino!! , me he quedado tan petrificada que no me ha dado tiempo a hacerle ninguna foto…
Al caer la noche arrecia el viento hasta los 25  nudos,  haciendo la navegación bastante incómoda,  porque nos viene de frente y no nos deja ceñir bien si queremos seguir el rumbo a Madeira. Empezamos los turnos de guardia con una noche negra, negra sin estrellas y sin una luna, que nos dé un poco de luz, la verdad es que impresiona esta negrura en mitad del océano.   
SÁBADO 21 ABRIL

7:30 horas: amanecer encapotado,  seguimos con viento constante de proa de 20 nudos , aunque a veces el viento rola, por suerte,  y nos deja ceñir a vela en nuestro rumbo.

Todo el día solos en Alta Mar, no hemos visto pasar ni un triste barco en toda la jornada. ¡Qué sensación! Sigue el día nuboso,  pero nos lo alegra un banco de atunes por el que pasamos y del que Jesús se cobra tres buenos ejemplares.
20:30 horas: empieza una noche movidita, comenzando por chubascos alternos y siguiendo con rachas de viento de 30 nudos y un frío de “carallo” que nos hace llevar más capas de ropa que una cebolla. No seguimos los turnos de guardia,  porque la Mar está muy complicada, con olas de 2 metros y vientos de 30 nudos , todo esto pasado por agua,  así que el Capi decide que mejor se moja el sólo que ya está empapado

DOMINGO 22 ABRIL
Después de una noche de perros, la mañana sigue con un mar de proa que no nos deja pasar de los 5 nudos,  a pesar de ir con el motor a media máquina,  pues a vela es imposible,  y eso que hemos tenido que cambiar un poco el rumbo,  porque el mar de fondo que nos llega es tan grande que no nos deja avanzar  al ser de proa total.


Pero todo llega a su fin y cuando ya vemos Madeira a unos 30 millas de distancia, el mar empieza a bajar , pues el viento constante de 30 nudos se convierte en viento de 20 nudos   que nos regala un final de travesía tranquilo y agradable . Pero no solo por esto es agradable…sino porque avistamos una ballena rorcual, a la que nos acercamos hasta casi tocarla,  y que nos deja tan emocionados como un par de niños. ¡¡Sin palabras!!

15:30 horas: llegada al puerto de Funchal en la isla de Madeira. ¡Sorpresa! es la Fiesta de Las Flores, en esta capital,  y está llena de gente que ha venido de todas las partes de la isla para celebrarla,  además de  unos cuantos cruceristas de los que atracan a diario en este puerto.Nos damos un paseo y nos deja maravillados Funchal ¡qué ciudad más bonita! Una pena que no podamos disfrutarla un poco más, pero estamos tan agotados,  que para la 9 de la noche nos vamos para el camarote a dormir,  mañana empezamos la etapa más larga de la travesía, 4 o 5 días en alta Mar,  y tenemos que estar descansados

LUNES 23 ABRIL

06:30 horas: madrugón para preparar la partida, soltamos amarras del barco con el que hemos estado abarloados, una goleta de madera del Parque Natural de Madeira.
Este Parque Natural se encuentra en la islas Desiertas, que son 3 islas a unas pocas millas de Madeira,  y en las que todavía vive la foca monje, ya que, como su nombre lo indica, no están habitadas y eso ha permitido que esta foca, ya desaparecida en casi todo el mediterráneo,  tenga aquí su hábitat natural.  ¡Qué pena no tener más tiempo para hacerles una visita! En las pocas horas que hemos estado en esta isla, nos ha gustado tanto,  que ya estamos planeando, que para el año que viene, la escala que haremos en esta isla,  en la travesía de vuelta de Canarias a la península, será de por lo menos una semana o 10 días.
A las 7 de la  mañana zarpamos con rumbo N a la isla de Porto Santo, que se encuentra a 45 millas. No es nuestro rumbo directo al Estrecho pero, los partes meteorológicos consultados,   nos aconsejan subir de latitud hacia el Norte para poder coger mejor el ángulo con el viento,  que será predominantemente alisio del NE y que, por su intensidad 15-20 nudo , malamente nos dejaría avanzar con rumbo directo.                                                                              
  Tenemos, como era de esperar,  viento en contra pero sin demasiado mar de viento todavía.  A  las 14.30 horas pasamos por la isla de Porto Santo, cerquita para poder ver su paisaje , sobre todo su bahía con una magnifica playa. Es una isla con muy pocos habitantes, unos 1.000,  a parte de los que llegan de Madeira, que sobre todo la usan  como residencia vacacional, incluso un futbolista famoso de Madeira, Cristiano Ronaldo,  tiene una casa allí, bueno… casa, casa no será , más bien caserón. Incluso tiene un puerto deportivo al que llegan los ferrys que comunican con Funchal y algún velerito que atraca buscando  más tranquilidad que en dicho puerto.
  Desde Porto Santo nuestro rumbo es NNE y la navegación se hace muy pesada porque ya en alta mar nos encontramos con mar de viento y mar de fondo que nos frena mucho la marcha. Con el viento totalmente de proa tenemos que ir a motor, no haciendo más de 3-4 nudos, un poco desesperante e incomodo pero bueno, sabemos que esto a lo sumo durara un día más,  así que a aguantar otra noche durilla con bastante frio.
MARTES 24 DE ABRIL
08.00: Seguimos sin poder poner velas y ya nos empezamos a desesperar,  pensando que nos va a costar muchísimo llegar al Estrecho como esto no cambie y por supuesto que el combustible no llegará, ¡si solo avanzamos 4 millas a la hora! ¡Y  tenemos casi 500 millas hasta el Estrecho!
   Como todo en esta vida, la navegación tiene sus momentos agrios, en los que piensas el porqué uno se mete en estos líos. Pero bueno vamos a hacer caso de la experiencia del patrón que dice que, alcanzando los 35º de latitud,  el viento rolará un poquito y nos permitirá ceñir.
  17.00: Ya estamos intentándolo con las velas, en una ceñida rabiosa,  y parece que funciona. Por fin apagamos el motor y, aunque no hemos ganado mucho en velocidad, por lo menos vamos poco a poco avanzando a nuestro rumbo. El viento sigue constante desde hace 24 horas, 20/25 nudos,  pero tenemos esperanza de que esta noche amaine un poco.
22:00 h.: efectivamente el viento baja a 15 nudos y aquí que vamos navegando en un agujero negro… que es la noche sin luna y sin estrellas…y encima barcos a mogollón…

MIERCOLES 25 ABRIL

08:00 h.: Después de tantos días de nubes amanece un día soleado y con el mar casi en calma,  aunque hay bastante mar de fondo, grande,  pero tendido lo que nos permite navegarlo sin problemas.
Parece que el viento, aparte de amainar, rola a Norte ¡por fin!  Esto nos hace ya alcanzar una media de velocidad de 5,5/ 6 nudos, lo que nos anima bastante, la verdad, pues vemos que los partes están acertando y que a partir de ahora la navegación será más agradable,  ya que tendremos mejor ángulo para ceñir con las velas. ¡Tan agradable que el Capi ya tiene tiempo para avistar algún resoplido de ballena en el horizonte! ¡Pero qué vista tiene!
Al mediodía el viento nos entra por la aleta y decidimos que con vientos portantes lo mejor es poner  ” orejas de burro”…¡¡y a correr!!! , digo, ¡¡ a navegar viento en popa a toda vela!!! Esto es otra cosa,  ya con los 7 nuditos de media y el sol en lo alto,  que hace que nos desembaracemos de alguna de las capas de ropa que llevamos,  y yo tengo tiempo hasta de actualizar este diario de bitácora.
“Una de cal y otra de arena”, la noche ha sido “de perros”, sobre todo,  porque no ha parado de llover un “sirimiri de Sierra de Grazalema” , como dice el Patrón, que te cala más que un chubasco tropical. Además el viento ha vuelto a rolar a la proa, con 15 nudos de velocidad,  así que no nos complicamos la vida y ponemos motor, quedándonos dentro y controlando la navegación con el radar,  saliendo a cubierta, justo lo necesario,  para evitar ponernos como sopas.


JUEVES 26 ABRIL
09:00 H.: Por fin parece que cesa la lluvia y el sol seca la cubierta y nuestra ropa mojada, eso si, esta endulzada le ha venido al barco fenomenal,  porque tenía una capa de sal que parecía unas salinas en plena producción, y no un velero.
Poco a poco va apareciendo un mar de fondo que, cada vez,  es más y más grande, olas de 4/5 metros que van subiendo de altura hasta los 7/8 metros algunas. Yo, la verdad, es que, como nos vienen por la aleta de babor, no quiero ni mirar para detrás , pero se forman unos valles entre ola y ola impresionantes y cuando estamos en la cresta de la ola pareciera que hemos subido a una montaña. Eso sí, a pesar de su tamaño,  las pasamos cómodamente ya que, al no haber viento,  las olas no se encrespan que es cuando son más peligrosas.
No se como lo hace el Capi pero entre ola y ola ha avistado una ballena rorcual, de nuevo. Nos acercamos a ella, apagamos el motor, y nos embelesamos contemplando de cerca a esta maravillosa criatura, que sale a superficie, con un resoplido, después de unas apneas de unos 8 minutos cada vez, ¡qué las cronometré!!!
Unas millas más tarde, otro avistamiento todo lo contrario en tamaño, una tortuguita boba, muy joven,  dejándose llevar por La Mar. Da sensación de desvalida en esta inmensidad de océano, ella sola,  pero es el sino de esta especie desde que salen del huevo en alguna playa perdida, tal vez muy cerca de aquí,  en las islas Salvajes o las islas Desiertas que pertenecen a Madeira.
Durante toda la jornada permanece este mar de fondo gigantesco y el viento no hace acto de presencia,  como para que podamos izar las velas. Ya estamos cada vez más cerca del Estrecho, hoy entramos en los 9º grados de longitud , que corresponde a la “barbilla” de Portugal, el Cabo San Vicente,  y en unas pocas millas entramos en el golfo de Cadiz.
De repente el motor nos pega un susto, baja él solo de revoluciones, pensamos que puede ser que se nos haya enganchado un  cabo en la hélice, pero no sentimos que cavite o vibre su eje. Jesús baja a echar un vistazo al motor  y descubre que se ha soltado el filtro del gas-oil de su emplazamiento y ha golpeado en el eje, menos mal que al caerse no se ha roto ningún manguito,  sino la avería hubiera sido irreparable en Alta Mar. Con el susto metido todavía en el cuerpo sujetamos el filtro de de manera provisional, pues el barco está a merced de la olas del mar de fondo,  y no lo podemos colocar en su sitio original,  así que lo atornilla al panel de madera del camarote. Imaginarme solo por un momento que nos hubiéramos quedado sin motor, sin viento, a merced de estos “olones”,  me pone los pelos “de punta”, menos mal que el Patrón sabe mantener la sangre fría que hace falta para este tipo de emergencias.
Otra noche de lluvia y lluvia, menos mal que para compensar,  el viento llega con 8/10 nudos y el mar de fondo del NW va descendiendo.

 VIERNES 27 ABRIL
Seguimos con más de lo mismo esta mañana: cielo encapotado sin lluvia y ausencia de viento,  luego motor y motor. Estamos en una zona ya de mucho tráfico marítimo,  así que hay que estar ojo avizor a todos los mercantes que nos rodean porque, aunque ellos llevan potentes radares anticolisión, nunca se sabe, igual se queda dormido el operador de radar y …
Parece que poco a poco el día se arregla en cuestión de nubes pero no de viento que desaparece totalmente. Ya estamos viendo que el parte meteorológico, que descargamos en Madeira hace 5 días, no se está cumpliendo. Para tantos días la fiabilidad  baja en picado, cosa que  se demuestra, con que para hoy nos pronosticaban vientos del SW de 15/20 nudos,  y la realidad es muy diferente,  no hay nada de viento.
Tenemos ganas de estar ya más cerca de tierra para poder tener conectividad a internet y sacar partes del tiempo más actuales y fiables,  pues nos acercamos ya al Golfo de Cadiz y al estrecho de Gibralta,r que son zonas en las que es importante saber las condiciones marítimas para navegar con seguridad.
La tarde nos regala un mar azulísimo, gracias a que el cielo está limpio de nubes,  pero no nos regala viento y eso que ya tenemos el depósito de combustible vacio por tantas horas de motor, menos mal que hemos sido previsores,  y hemos traído más gas-oil en garrafas que procedemos a trasvasar al depósito.
20:00 h.: 10 millas nos separan de Cabo Trafalgar (Cádiz)  y tomamos rumbo directo a Tarifa en el Estrecho de Gibraltar pues el parte, que ya nos hemos bajado de internet, nos indica que mañana hay temporal en el Mar de Alborán y bastante poniente en el Estrecho que aunque, en teoría, nos favorece, nos vamos a adelantar y vamos a cruzarlo esta noche. En el estrecho, entre las corrientes de marea tan fuertes que hay y el mar de viento, se pueden formar una “batidora” de olas buena y como dice el refrán “ es mejor prevenir que curar”.
SABADO 28 ABRIL
Entramos en el puerto de Estepona a las 8 de la mañana, después de una noche con mucha lluvia, nada más pasar el Peñón de Gibraltar ,y de sortear bastantes barcos mercantes, fondeados a su abrigo,  que están esperando a que la autoridad marítima de Tarifa Trafico les conceda el permiso para atravesar el Estrecho. Es tanto el tráfico de mercantes en este paso marítimo,  que tiene que ser regulado,  como lo hace la torre de control de un aeropuerto.
Necesitamos un merecido descanso y nada más llegar…a dormir largo y tendido. Luego un poco de movimiento de piernas, dando un paseo por el puerto, y más descansar,  después de preparar sobre el plotter y las cartas náuticas y con los últimos partes meteorológicos, nuestra última etapa hasta Denia de unas 350 millas aproximadamente.

DOMINGO 29 ABRIL
En teoría íbamos a zarpar a la 8 de la mañana pero a esa hora temprana era el diluvio universal y…¡qué bien se estaba entre las sábanas oyendo golpear las gotas de lluvia en la cubierta y nosotros calentitos y secos en el camarote!
12:00 horas ¡por fin cesa la lluvia y zarpamos! El día continua gris y lluvioso, que no invita precisamente a una navegación agradable,  pero ya nos quedan pocas millas y navegamos con lo que sea para llegar a nuestro destino.
Tenemos bastante mar de fondo del SW y viento flojo que la lluvia ha amainado, pues otra vez comenzó a llover con fuerza. Jesús insiste en quedarse en cubierta por la mala visibilidad que hay, menos de 2 millas, y se pega la gran calada.

17:00 horas El viento del SW arrecia a 20/25 nudos,  pues la lluvia desapareció y sacamos la génova, con ella nos basta para llevar una velocidad más que aceptable de 7 nudos.
Al atardecer tenemos espectáculo de delfines,  que  dan grandes saltos fuera del agua jugando con las olas del mar de fondo del SW, se nota que disfrutan porque hacen unas piruetas increíbles. A la noche notamos que, milla tras milla, estamos subiendo de latitud y eso se traduce en un  frio más intenso durante las guardias nocturnas.
LUNES 30 ABRIL
A las 9 de la mañana dejamos el Cabo de Gata atrás, tenemos cada vez más mar de fondo del SW, que se junta con el mar de viento del Sur,  y provoca unas olas bastante grandes,  pero como las tenemos por popa,  no vamos nada incómodos. Incluso, por segunda vez en toda la travesía,  ponemos las orejas de burro con la Génova entangonada y en una par de rachillas buenas de viento logramos nuestro record de velocidad de toda la travesía: 10,5 nudos y casi sin enterarnos…¡Qué gozada es navegar con La Mar de popa!
15:00 horas: a medida que nos acercamos al Cabo de Palos,  el viento va arreciando y llega un momento que nos es muy difícil controlarlo con las orejas de burro. ¡ganamos hasta  a las olas en velocidad!!! Pero ya el barco va muy forzado así que arriamos velas, también por precaución, pues estamos rodeados por varios chubascos amenazantes y es más prudente afrontarlos con poco trapo.
23:00 horas:  Por nuestro través de babor,  el Cabo de Palos y las Islas Hormigas. El patrón lleva muchas horas sin descansar porque quería hacer él,  el paso del Cabo de palos, ya que aquí siempre se complica La Mar, si hay viento y mucho tráfico marítimo. Afortunadamente el viento aflojó no así el tráfico de mercantes que era de “ponerte bizco” con tantas luces de navegación.
El resto de la noche hacemos turnos, religiosamente, de 2 horas justas,  ya que estamos tan cansados,  que más de ese tiempo de guardia nos quedamos dormidos,  no resistimos y es muy importante estar atentos tan cerca de la costa. Esto no es Alta Mar, como cuando navegamos en el Océano Atlántico,  y se podía estar un poco más relajado,  aunque sin perder la atención, claro está.

MARTES 1 DE MAYO
Se nota que navegamos hacia el Levante para las 7 de la mañana ya es de día total y… ¡qué bien que amanece en nuestra ultimísima jornada de navegación!!!
12:00 horas ya estamos en el Cabo de la Nao y Neptuno nos regala un día mágnífico: sol que calienta, mar como un plato y una brisita que nos permite ir a vela..¡qué más se puede pedir!!!




16:00 horas ya vemos el “Montgó” en la lejanía que nos indica que nos acercamos a nuestro destino: Denia. Después de 11 días y 8 horas desde la isla de Tenerife hemos finalizado lo que podríamos llamar “una aventurera y emocionante  singladura” que seguramente repitamos el año que viene…
Este invierno entre ida y vuelta a las Islas Canarias hemos hecho , según cálculos muy precisos del Patrón, que lo apunta todo en su cuaderno de navegación, 3.150 millas gracias a nuestro magnífico velero “BELUGA”,  que se ha portado como todo un campeón de La Mar, y …¡qué decir de su tripulación!!!!!!!!